Dicen que para recibir la distinción del premio Nobel de Literatura es necesario cumplir dos condiciones básicas: primero, ser un desconocido; segundo, ser un gran escritor. Peter Handke (Austria. Griffen 1942) no cumple ni la una ni la otra. Usted tal vez se preguntó, cuando supo sobre la concesión del premio Nobel de literatura 2019: – ¿Pero ¿quién es ese Peter Handke…? Bueno, eso es perdonable, uno no puede repentizar todos los buenos escritores, pero si le dijeron: -Sí, hombre es ese, que apoyó a los serbios en la guerra de los Balcanes, seguro que su memoria ya empezó a refrescarle algo sobre la existencia de este austríaco. A Handke le persigue, desde que publicara en 1966 Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Sava, Morava y Drinao justicia para Serbia, la polémica por sus posiciones políticas. Los críticos han considerado esa crónica de su viaje a los Balcanes un panfleto proserbio, y algunos sostienen que llega a poner en cuestión el genocidio de Srebrenica. El asunto es duro, y ya hay quienes han pedido que se le retire el Nobel. Lo que no va a ser posible es que se le deje de considerar un buen escritor, segunda condición, que Peter Handke cumple sobradamente para merecer un Nobel. Cuando la prensa ha ido a la puerta de su casa con motivo de la concesión, parece ser que lo primero que han hecho los corresponsales, es recordarle sus errores, a lo que el austríaco ha respondido que, por favor, lean alguno de sus libros, y ha afirmado, que él es básicamente un escritor y no un político.

Si aún le quedan ganas de confrontarse con políticamente correcto, le invito a leer algo del escritor. Es bueno, muy bueno, asequible y siempre da que pensar. La mayoría de sus libros son de una extensión muy razonable, diríamos que muy pequeños, pero de alta intensidad descriptiva y existencial. Incluso tiene un Ensayo sobre el cansancio (escrito en Linares, Jaén), Sobre el día logrado o Sobre un lugar silencioso. Atractivo, ¿no? ¿Quién se puede resistir a un título tan sugerente como el de uno de sus primeros libros, El miedo del portero ante el penalti?, miedo siempre compartido cuando tu equipo está en esa situación punitiva. Pero el libro no va de futbol, sino de la identidad humana y la soledad.

Los protagonistas de los textos de Peter Handke mezclan su perfil con las casas, los bares, los caminos o carreteras o los cines por los que transitan. Su literatura, dicen los críticos literarios, se asemeja a los cuadros de Hopper, también se le ha vinculado con la experiencia pictórica de Çezanne, Rohtko o las concepciones espaciales de la filosofía de Heidegger. Handke es también autor de teatro y de algunos buenos guiones de cine como el de la película de Wim Wenders El cielo sobre Berlín.

Handke es un escritor del transcurrir del tiempo y de los paisajes simbólicos de lo humano. El afirmó en una entrevista con ocasión del premio Buchner, » al escribir, en cuanto surge, aunque sólo sea el inicio de un concepto, doy un giro (. . .) en otra dirección, hacia otro paisaje, en donde aún no haya simplificación y pretensión totalizadora alguna debidas a los conceptos», ya que éstos «se presentan como la primera dificultad ante la acción de escribir «. Para captar esta maestría les recomiendo su libro Lento regreso.

Handke es un extraño escritor contemplativo, que siempre vuelve a la vida activa, lo que implica en su caso, “aprehender imágenes con el sentimiento y poner las palabras correspondientes a esas imágenes”, teniendo en cuenta que «el sentimiento está en la exactitud de lo narrado, no en la descripción de los sentimientos» (Ensayo sobre el jukebox).

La relación de Handke con España ha sido muy intensa. Se podría decir que es un hispanista austríaco, que gracias a la estupenda labor de su traductor Eustaquio Barjau está en nuestro panorama editorial desde hace décadas, recreando una relación con los paisajes y personajes de nuestra literatura (Cervantes, San Juan de la Cruz, Don Juan) y de nuestra geografía (Gredos, Soria, Aranjuez Andalucía, etc.).

Alguien que escribió en Historia del lápiz: “Al ver los ojos de algunas personas pienso: ¡No, nunca han hecho nada malo!”, tal vez merezca ser leído…

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SELECCIÓN BIBLIOGRAFICA DE PETER HANDKE [ en castellano]

Los avispones, Versal, Barcelona,1984 (1966).

Apéndice de verano a un viaje de invierno, Alianza, Madrid, 1997 (1996)

Carta breve para un largo adiós, Alianza, Madrid,1976 (1972).

Cuando desear todavía era útil, Tusquets, Barcelona, 1983 (1974).

El chino del dolor, Alfaguara, Madrid,1988 (1983).

Desgracia impeorable, Alianza, Madrid, 1989 (1972).

La doctrina del Sainte-Victoire, Alianza, Madrid, 1985 (1980).

Ensayo sobre el cansancio, Alianza, Madrid,1990 (1989).

Ensayo sobre el día logrado, Alianza, Madrid, 1994 (1991).

Ensayo sobre el jukebox, Alianza, Madrid,1992 (1990).

Gaspar. Insultos al público. El pupilo quiere ser tutor (teatro) Alianza , Madrid, 1982 (1968).

Historia del lápiz. Materiales sobre el presente (dietario) Península, Barcelona, 1991 (1982)

Historia de niños, Alianza, Madrid, 1986 (1981).

El juego de las preguntas, Alfaguara, Madrid, 1992 (1989).

La ausencia, Alianza, Madrid,1993 (1987).

Lento regreso, Alianza, Madrid, 1985 (1979).

El miedo del portero al penalty, Alfaguara, Madrid, 1979 (1970).

El momento de la sensación verdadera, Alfaguara, Madrid, 1981 (1975).

La mujer zurda, Alianza, Madrid,1986 (1976).

Poema a la duración, Lumen, Barcelona, 1991 (1986).

El peso del mundo (dietario), Laia, Barcelona,1984 (1979).

Por los pueblos Alianza, Madrid, 1986 (1981).

Pero yo vivo solamente de los intersticios. Diálogo con Herbert Gamper, Gedisa, Barcelona, 1990 (1987).

La repetición, Alianza, Madrid, 1991 (1986)

La tarde de un escritor, Alfaguara, Madrid,1990 (1987).

Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Moravia y Drinao Justicia para Serbia Ed. Alianza, Madrid, 1996 (1996).