El “Flipped Classroom” (FC) o “aula inversa” (también aprendizaje inverso) es un modelo pedagógico en el que el docente propone al alumnado transferir el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula con la intención de potenciar otros procesos de adquisición y práctica con el grupo, aprovechando así mejor el tiempo de trabajo dentro del aula. Este modelo está cada vez más en expansión en los espacios educativos. No solo porque genera una sinergia en los diálogos y las interacciones, sino porque incrementa la motivación, hace protagonistas a los alumnos de su propio aprendizaje, y entre otras muchas cosas, porque transforma al docente en un guía dentro y fuera del aula.

Se estima que el Flipped Classroom crecerá a un 37.4% por año. Con ese crecimiento, una de las preocupaciones es que esta iniciativa se impalnte correctamente. Marcos Ordiales, profesor de Primaria en el colegio Corazón de María de Gijón, es uno de los cien mejores docentes del mundo especializados en esta metodología. Así lo reconoce la lista internacional publicada por la asociación americana Fipped Learning Global Initiative. Para más información pueden consultar su canal de YouTube (Flippando las ciencias) y descubrir cómo este enfoque, además de ser más entretenido que el tradicional, subraya valores como el respeto o la escucha.