Esta novela -con uno de los títulos más raros y largos de la literatura reciente- ha sido un verdadero best-seller en el mundo anglosajón.
En España pasó muy desapercibida en su primera edición de (RBA-Avenue Bestseller 2009) pero, con motivo de la realización de la película homónima de Mike Newel (2018) con Lily James y Michel Huisman como protagonistas, el libro ha vuelto a reeditarse.

La americana Mary Ann Schaffer utiliza un curioso sistema epistolar para tejer la trama y la acción de una novela amena, divertida y, en muchos momentos, conmovedora.

El centro del argumento es el gran poder y valor de la literatura como refugio y protección en los tiempos difíciles. La pasión por los libros y la lectura, une a los personajes vinculados a una joven escritora, Juliet, que buscará en la isla de Guernsey su inspiración y los protagonistas de su novela.

¿Por qué la isla de Guernsey? Habría que recordar que esta isla fue una de las del Canal de la Mancha, que con siguieron ocupar los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Al señor Dawsey, habitante de esa isla, y miembro de su curioso club de lectura, le ha llegado un ejemplar de un libro de Charles Lamb que había pertenecido con anterioridad a Juliet. La escritora es invitada a visitar la isla, y allí su vida cambiará, rodeada de sus excéntricos habitantes.

La culminación del libro se hizo difícil por los problemas de salud de la autora. Su sobrina, Annie Barrows, contribuyó a su conclusión para que la obra pudiera ver la luz. ¿Qué podemos encontrar en esta novela deliciosa? En palabras de la autora: «Espero…., que mi libro refleje mi creencia de que en el amor al arte –sea poesía, narrativa, pintura, escultura o música– quepa la ayuda a la gente para superar cualquier barrera erigida por el hombre». Buena intención para un momento de muros y defensas. Para pedirlo en una librería, no existen reglas nemotécnicas para acordarse del título. Tal vez lo mejor sea decir patata o, tal vez, Guernsay