Sergio Rojas Ortiz, de 59 años, fue atacado a tiros en su casa de Costa Rica

Pasadas las nueve de la noche del pasado 18 de marzo, comenzó a circular la noticia del asesinato de Sergio Rojas Ortiz, de 59 años. Rojas era conocido por ser una de las principales figuras de la lucha por la causa indígena costarricense y de defensa de su pueblo contra la usurpación de territorios de la zona sur del país.

La asociación FRENAPI (Frente Nacional de Pueblos Indígenas), de la cual Rojas era miembro, fue la primera en informar del suceso a través de un comunicado oficial, al cual esta publicación ha tenido acceso. Se cree que los responsables pudieron entrar por la parte trasera de la casa de la víctima, ubicada en Yery, en el territorio indígena de Salitre. La causa de la muerte ha sido el asesinato «por múltiples disparos».

Al mismo tiempo, FRENAPI acusaba al Gobierno de Carlos Alvarado de ser responsable de este crimen. En este mismo sentido también se pronunciaron de forma conjunta diversos consejos indígenas y organizaciones de recuperación y lucha por las tierras, condenando “este vil asesinato” y responsabilizando “al gobierno actual y a los anteriores por la muerte de Sergio Rojas y por no cumplir con su obligación de garantizar la integridad física y territorial de los pueblos originarios de Costa Rica”.

El presidente Carlos Alvarado, pasadas unas horas del trágico suceso, comparació ante las cámaras de los medios de su país para repudiar el asesinato «en todos sus extremos». «Este es un día trágico para el pueblo bribri, nuestros pueblos indígenas y para todo Costa Rica. Hacemos un llamado al diálogo y la paz. […] Apoyaremos el esclarecimiento de este lamentable hecho que llena de luto al país», finalizó el mandatario.

En Costa Rica se ha calculado que hasta un 85% de los territorios indígenas está en manos de personas ajenas a las comunidades. La falta de atención continuada respecto a esta problemática territorial por parte del Gobierno de Costa Rica ha derivado en una lucha por la recuperación de tierras en territorios como Salitre. Los Misioneros Claretianos allí presentes, a través de su delegación de Justicia y Paz, trabajan en la mediación del conflicto, y por ello piden “hoy, más que nunca, solidaridad con el pueblo indígena en Costa Rica”. Del mismo modo, esperan “que la sangre derramada de Sergio nos comprometa y sea semilla de nuevos y grandes líderes de la justicia social en estos pueblos”.