Casi un centenario, que ha sido una oportunidad para que muchos misioneros de diferentes contextos culturales conozcan esta realidad y se integren de corazón a ella con alegría. Durante este tiempo se ha promovido una evangelización que ha estado cercana a los más pobres y sencillos, que son los preferidos del amor de Dios.

En este año 2018 se celebran 95 años de la llegada de los primeros Misioneros Claretianos a esta «tierra de gracia», que es Venezuela. La experiencia claretiana a lo largo de estos años ha ido creciendo, y el servicio misionero que la Congregación ha ido prestando aquí ha ido evolucionando paralelamente a la realidad de este país.

La presencia claretiana en esta Venezuela que amamos ha tenido el testimonio de muchos misioneros que se han entregado con generosidad a su labor. Durante este tiempo también tenemos que pedir perdón porque muchas veces nos faltó fidelidad y coherencia en asumir los retos de la realidad y la misión, porque muchas veces se actuó con paternalismo o con intereses egoístas, pedimos perdón porque faltó impulsar con mayor fuerza el protagonismo de las vocaciones locales y de los laicos que nos ayudan en nuestra misión. Agradecemos el tesón y la creatividad misionera de quienes han hecho parte de esta caminada claretiana en Venezuela durante todo este tiempo que ha sido de gracia, que ha sido de paso de Dios por esta tierra.

Echando la vista atrás, recordamos las primeras fundaciones en este territorio, en San Casimiro en el año 1923, en San Fernando de Apure en el 24 y, cuatro años más tarde, en Los Dos Caminos, en Caracas. Las primeras acciones en estas comunidades fueron las relacionadas con la atención pastoral.

Con el pasar de los años se fue respondiendo anuevas prioridades y desafíos: aumentamos la presencia evangelizadora en zonas urbanas, principalmente pobres (Valencia, Mérida, Maracaibo, Barquisimeto) y asumimos allí parroquias y algunos otros servicios sociales como centros médicos, culturales, etc. También resultó una apuesta importante la incursión en el campo de la educación (básica, universitaria) con la fundación de algunos colegios, en Caracas y Maracaibo. Reforzamos el cuidado de la vida consagrada con el trabajo junto a comunidades religiosas en la creación de un instituto teológico (ITER) y el fortalecimiento de procesos formativos para la vida misionera en inserción. Asumiendo la opción evangelizadora de las comunidades eclesiales de base; Y la proyección a nuevos lugares de misión en Venezuela, acompañando a comunidades campesinas e indígenas en El Triunfo, Sierra Imataca o Piacoa.

Un aspecto importante durante estos años como una opción específica en el acompañamiento misionero en Venezuela ha sido la creación del Movimiento Juvenil ANCLA, cercano ahora a los 40 años de fundación. Un proyecto de animación pastoral juvenil que va dando respuesta y generando un proceso de acompañamiento y formación a los jóvenes, animándoles en el compromiso transformador de la realidad.

El contexto social y político de Venezuela en los últimos 20 años ha estado orientado por el proyecto denominado socialismo del siglo XXI. Más allá de describir este modelo de gobierno, es de anotar que se repiten situaciones de otros modelos que han gobernado Venezuela a lo largo de su historia: corrupción, poder acaparado en unos pocos, fuerte lucha de clases, privilegios en algunos sectores sociales, políticas sociales y económicas que no benefician a todos, poca transparencia en los entes gubernamentales, complicidad de las fuerzas militares, violación de derechos humanos, limitación a las libertades individuales, sometimiento al miedo y terror de estado, fuerzas civiles armadas por el mismo gobierno de turno, mal funcionamiento de todos los servicios públicos esenciales, hiperinflación, carestía de alimentos y medicamentos.

En los últimos años, y ante el recrudecimiento de políticas estatales se ha generado un caos en el funcionamiento de lo económico por las políticas desacertadas en este orden. Igualmente se ha presentado en los últimos años una ola de inmigración desproporcionada de la población de todos los estratos sociales en busca de mejores condiciones de vida. Desde la conformación de la Provincia Colombia Venezuela ha sido un desafío mantener la presencia claretiana en medio de la dura realidad de los últimos años.