Tanto el Santuario de la Virgen de Loreto, lugar donde se firmó la exhortación postsinodal que el Papa Francisco regala a los jóvenes tras el Sínodo, como la fecha elegida para la presentación oficial, 2 de abril, día en que tantos cristianos hacen memoria de Juan Pablo II, uno de los santos que más tuvo en cuenta a los jóvenes, ofrecían pistas de lo que nos podríamos encontrar. El título del fruto de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos con el tema “Los jóvenes, la Fe y el Discernimiento Vocacional es ‘Christus vivit’, y hace referencia a la primera idea que Francisco quiere recordar. “¡Él vive y te quiere vivo!” [LEER AQUÍ]

El acto de presentación corrió a cargo del cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos, que en esta ocasión quiso acompañarse de Mons. Fabio Fabene, subsecretario de dicho dicasterio, y del prefecto del dicasterio para la Comunicación, D. Paolo Ruffini.

Puntuales, poco antes del mediodía, tomó la palabra el Cardenal Baldisseri afirmando que “el documento que hoy se publica será para la Carta Magna del futuro de la Pastoral juvenil y vocacional en las diversas comunidades eclesiales, todas marcadas por una profunda transformación de la condición juvenil”. No en vano la exhortación advierte en sus primeras páginas del peligro que supondría “crear proyectos que aíslen a los jóvenes de la familia y del mundo, o que los conviertan en una minoría selecta y preservada de todo contagio”. Ciertamente, el mensaje principal que el Santo Padre quiere transmitir es el de una Iglesia que ha de dejarse renovar por el impulso de los jóvenes. “La juventud es un tiempo bendito para el joven y una bendición para la Iglesia y el mundo”, dirá Francisco unas páginas más adelante. En palabras del purpurado, con este documento, la Iglesia hace patente la confianza que deposita en los jóvenes. “Toda generación de creyentes descubre en Cristo un contemporáneo y un compañero de viaje”.

Por su parte, Mons Fabene destacó la fuerte característica cristológica de la exhortación. “El Papa recuerda a cada joven que Dios le ama, y que Cristo por amor, se entregó hasta el final por salvarlos. Y que, de este amor, Cristo quiere de cada joven primero su amistad, presentándose él mismo como amigo”. Así, Francisco escribe: “Quiero que sepan que cuando el Señor piensa en cada uno, en lo que desearía regalarle, piensa en él como su amigo personal. Y si tiene planeado regalarte una gracia, un carisma […] será seguramente algo que te alegrará en lo más íntimo y te entusiasmará más que ninguna otra cosa en este mundo”.

El prelado también quiso llamar la atención sobre temas que son tratados por el Papa en la exhortación, como las migraciones, “donde tanto se involucran los jóvenes con su denuncia a los traficantes sin escrúpulos, a carteles de la droga y de armas que tantas vidas de mismos jóvenes truncan”.

Seguidamente, el prefecto del dicasterio para la Comunicación, D. Paolo Ruffini, incidió en el aporte genuino que los jóvenes pueden ofrecer a la Iglesia: “Son precisamente los jóvenes quienes pueden ayudarla a mantenerse joven, a no caer en la corrupción, a no quedarse, a no enorgullecerse, a no convertirse en secta, a ser más pobre y testimonial, a estar cerca de los últimos y descartados, a luchar por la justicia, a dejarse interpelar con humildad. Ellos pueden aportarle a la Iglesia la belleza de la juventud”, dijo leyendo un párrafo del documento.